Yaiza y el Diablo de Timanfaya, juntos en Álava
-ARTICULO PUBLICADO EN LANCELOTDIGITAL EL DIA 11 DE SEPTIEMBRE DE 2010
Yaiza y el Diablo de Timanfaya, juntos en Álava
Mila y su familia regentan desde hace 21 años el 'Restaurante Taberna Yaiza'
Foto: Kepa Herrero
En Mendibil, un pueblecito alavés de 40 habitantes, se erige orgulloso el tesoro de Mila (Mª Milagros Pérez Pinedo) y su familia: un restaurante que lleva el nombre, la esencia y la historia de Lanzarote escrito en su fachada y en el corazón de su propietaria.
El 'Restaurante Taberna Yaiza' nació hace
21 años fruto del deseo, de la ilusión y de la visión de futuro de una
Mila adolescente. "A los 13 años, en el colegio, me mandaron hacer una
redacción sobre algo que hubiera leído. En mis manos cayó por casualidad
la Trilogía de Alberto Vázquez Figueroa, "Océano", "Yaiza" y "Mar
Adentro" y quedé totalmente enamorada de Lanzarote - cuenta Mila -. De
hecho, me dije a mí misma que el día que tuviera una hija sería rubia,
con ojos azules y se llamaría Yaiza".
Y cosas del destino, así fue. Con 25 años, Mila tuvo una niña de pelo
rubio y ojos azules a la que puso de nombre Yaiza. Mes y medio después,
esta enamorada de la isla de los volcanes y su marido levantaron un
restaurante protegido por el Diablo de Timanfaya. Un negocio en el que
trabaja la familia al completo y que con el paso de los años se ha ido
ganando un prestigio bien merecido.
Lo curioso de esta historia, además, es que Mila no llegó a conocer
Lanzarote hasta que Yaiza cumplió los dos años. "Entonces decidimos
visitar la isla. Yo tenía muchísimas ganas y ahora somos visitantes
asiduos, aunque no voy tantas veces como quisiera, la verdad", afirma.
De lo que no cabe duda es que su relación con Lanzarote es muy estrecha.
"Tengo grandes amigos, sobre todo en Teguise, muchos de nuestros
clientes son de Lanzarote o han estado allí de visita y al ver el nombre
del restaurante entran, y además, desde que nació mi hija, el nombre de
Yaiza se ha extendido por toda la provincia".
Y es que historias como ésta, dejan claro, que Lanzarote es mucho más
que la isla que conocemos porque la fuerza del volcán no conoce
fronteras.